La banca se esfuerza por vender sus inmuebles
El sector financiero europeo quiere asegurar su supervivencia ante futuras crisis como la que nos asola hoy día.
Para ello ha sometido a sus entidades financieras a las famosas pruebas de resistencia.
En España la crisis del ladrillo y los altos índices de morosidad fueron más fuertes que en otros países de la Unión y golpearon gravemente a los bancos y cajas, lo que produjo que se tambalearan sus cimientos.
Para evitar una situación como esta en el futuro, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, solicitó un esfuerzo extra al sector para que hicieran públicas sus cuentas en torno al sector inmobiliario.
Esto despertó las alertas de las entidades que, con el fin de enfrentarse a estos niveles tan elevados de morosidad, ideó una estrategia para controlarla y evitar que se disparase. La solución pasó por incluir en sus balances las propiedades que eran desahuciadas por impagos, lo que les permitió mantener los índices de morosidad.
Esta práctica se convirtió en habitual durante los últimos meses, lo que provocó que la banca se cargase de inmuebles, que superaban las 137.000 unidades a finales de 2009. Ante esta situación, el Banco de España se vio obligado a intervenir a finales de mayo.
La decisión de la institución que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez fue la de elevar, a partir del mes de octubre, del 20 al 30 por ciento el nivel de provisionamiento sobre el valor total de los activos inmobiliarios que las entidades incluyan en sus balances.
Esta medida, que según los cálculos del Banco de España, rebajará de media en torno al 10 por ciento del beneficio de la banca, empuja, más si cabe, a que hagan un esfuerzo extra para deshacerse de sus propiedades: ya no resulta rentable acumular viviendas en sus balances. Por este motivo, la banca busca cada día nuevos métodos para vender más y mejor.
Rastrillos inmobiliarios
Una de las iniciativas con más gancho fue la que introdujo en nuestro país la inmobiliaria Roan. La estrategia de la compañía que preside Lourdes Fuentes Asensio se basa en la organización de rastrillos inmobiliarios, propuesta que consiste en la celebración de unas jornadas en las que promotores y entidades financieras ponen a disposición del público viviendas con grandes descuentos; además, ofrecen financiación que puede llegar a cubrir la totalidad del inmueble. De este modo consiguen colocar en el mercado un gran número de casas, muchas de ellas de difícil salida.
La originalidad y la eficacia de esta iniciativa de Roan fue recompensada en los premios ASPRIMA – SIMA 2010, otorgados por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid y por el Salón Inmobiliario de Madrid, con el galardón a Mejor estrategia de comunicación y marketing en el sector inmobiliario.
También han adquirido mucha importancia las ferias inmobiliarias. Desde el año 2009 Una estrategia que tiene mucha importancia en el mercado inmobiliario son las ferias inmobiliarias, que se han convertido en una forma de venta eficaz para las entidades financieras. En España se organizan un gran número de ferias con unos resultados más que positivos. En el último Salón del Outlet Residencial organizado por IFEMA entre los días 19 y 21 de febrero se dieron cita más de 32.000 personas en una feria en la que se ofertaron más de 250 promociones y más de 4.000 pisos. Otras ferias inmobiliarias importantes que se celebran en nuestro país son el Barcelona Meeting Point o el Salón Inmobiliario del Mediterráneo (SIME).
Otra práctica popular entre las inmobiliarias y las entidades finjancieras son las subastas de inmuebles. La proliferación de los usuarios de internet hace que éste sea un medio cada vez más suculento para ofrecer productos al público, y la vivienda es un claro ejemplo. El negocio de las subastas online es un filón que no quieren dejar escapar, por ejemplo, en Caja Madrid. La entidad que preside Rodrigo Rato ha adaptado su filial Reser de subastas inmobiliarias para que comenzara a funcionar también en la web. En la última subasta que realizan y que finaliza en septiembre, sólo se puede pujar por Internet. En ella ofrecen 220 viviendas situados, la mayor parte en Madrid y Cataluña.
También el banco francés BNP Paribas se ha apuntado a esta estrategia y ha realizado más de 136 subastas inmobiliarias por España. Recientemente celebró una subasta, que finalizó el 27 de julio en la que ofrecieron hasta 108 viviendas distribuidas por todo el Levante.
Alternativas, unas éticas y otras más cuestionadas: tal vez la más radical de las introducidas para dar salida a sus propiedades, es la de poner a la venta inmuebles que estén en proceso de desahucio por mora de sus dueños. Esto significa que aunque una vivienda esté siendo ocupada por sus propietarios, las entidades financieras las ponen en el mercado, sin tener aún la propiedad. Para convencer a los compradores, ya que ni siquiera pueden enseñar el piso, ofrecen grandes descuentos así como financiación. Además, como sin la propiedad del inmueble no pueden realizar la venta, la alternativa que utilizan es la de firmar un contrato de preventa que incluya una entrada del 25 por ciento del valor total. Esta práctica es absolutamente legal, pero ¿es ética? Algunos expertos consideran que tal vez podrían esperar a la resolución judicial para ofertar el piso.
El alquiler, una opción atractiva
La mala situación económica que ahoga a la sociedad hace extremadamente difícil la compra de una vivienda, por lo que el alquiler se presenta como una opción suculenta. Por este motivo, las cajas divisaron un sector que podían explotar y que les permitiría liberarse del peso de los inmuebles en su cartera. Así, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) acordó el 24 de mayo con el Ministerio de Vivienda un convenio para poner a disposición de la Sociedad Pública de Alquiler (SPA) más de 137.000 propiedades para que ésta les buscase un arrendador.
En poco más de un mes, las cajas ya habían puesto a disposición de la SPA más de 5.000 viviendas a precios competitivos. Son muchas las entidades que se han beneficiado de este acuerdo, la última en aprovecharse de este convenio ha sido el Banco Santander, que ha ofertado ayer una cartera de 600 pisos a estrenar por una renta mensual de 700 euros.
Fuente eleconomista.es
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